Leishmaniosis

El  1 de junio se celebró el Día Mundial de La Leishmaniosis, enfermedad zoonótica que afecta tanto a perros como a personas y que puede acarrear graves consecuencias para la salud ya que es incurable y crónica. Se produce por la infección de un parásito llamado Leishmania, que se entra en el organismo mediante la picadura de unos pequeños insectos voladores, los flebótomos. Estos insectos se alimentan de la sangre de los animales infectados, como los perros, y pueden transmitir el parásito a otras especies, incluyendo a las personas. Es importante resaltar que la leishmaniosis no se contagia directamente entre animales o entre humanos pues, sin un flebótomo infectado, no hay contagio
Las principales causas de esta enfermedad son:
  • Exposición a los flebótomos que transmiten el parásito.
  • Debilidad del sistema inmunitario, que favorece la infección y el desarrollo de la enfermedad.
  • Malas condiciones higiénicas.

Síntomas de la leishmaniosis

Para la leishmaniosis visceral, que afecta a los órganos internos, como el hígado, el bazo y la médula ósea, los principales síntomas son fiebre, pérdida de peso, anemia y agrandamiento del abdomen. La leishmaniosis cutánea, que se caracteriza por la aparición de úlceras en la piel, que pueden dejar cicatrices permanentes. Estas úlceras suelen ser indoloras, pero pueden infectarse por bacterias u hongos. A veces, el parásito puede diseminarse por el torrente sanguíneo y llegar a las mucosas de la nariz, la boca y la garganta, causando la leishmaniosis mucocutánea, que puede provocar inflamación, erosión y deformación de estas zonas.

Prevención de la leishmaniosis

La prevención y el diagnóstico precoz de la leishmaniosis son las mejores medidas para controlar esta enfermedad. Las principales medidas se basan en:
  • evitar la exposición a los flebótomos,
    • reduciendo acudir a lugares con aguas estancadas o húmedas, sobre todo al amanecer o atardecer,
    • impidiendo que se acumule agua estancada en nuestros parques y jardines,
    • usando mosquiteras y repelentes en las zonas de descanso de nuestros perros.
  • proteger a los perros,
    • mediante el uso de collares, pipetas repelentes, comprimidos masticables, ...
    • administrando la vacuna contra la leishmaniosis, que puede reducir el riesgo de infección y la gravedad de los síntomas.

Nosotros te recomendamos el uso combinado de collar + pipeta, así como consultar a tu veterinario la administración de la vacuna.

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